Convertirse en residente permanente de los Estados Unidos es un paso importante hacia la realización de su sueño americano. Este estatus le permite vivir y trabajar en los EE. UU. indefinidamente y, a menudo, es un precursor de la ciudadanía estadounidense. Aquí hay una breve descripción general del proceso.
1. Patrocinio familiar: Una de las formas más comunes de convertirse en residente permanente es a través de un miembro de la familia que sea ciudadano estadounidense o titular de una tarjeta verde. Pueden patrocinarte, pero los tiempos de espera pueden variar según la relación.
2. Tarjeta verde basada en el empleo: si tiene una oferta de trabajo en los EE. UU., su empleador puede patrocinarlo para una tarjeta verde. Las tarjetas verdes basadas en el empleo tienen diferentes categorías, siendo ejemplos notables la EB-1 para trabajadores prioritarios y la EB-5 para inversores.
3. Programa de Visas de Diversidad (DV): El gobierno de los EE. UU. realiza una lotería anual, conocida como programa DV, que ofrece tarjetas de residencia a personas de países con bajas tasas de inmigración a los EE. UU.
4. Estatus de refugiado o asilado: si se le ha otorgado el estatus de refugiado o asilado, puede solicitar una tarjeta verde después de un año de residencia en los EE. UU.
5. Programas especiales: Algunas personas pueden calificar para tarjetas de residencia a través de programas especiales, como la Ley de Violencia contra las Mujeres (VAWA) para víctimas de abuso.
6. Matrimonio con un ciudadano estadounidense: Casarse con un ciudadano estadounidense también puede conducir a la residencia permanente. Sin embargo, debe demostrar que su matrimonio es genuino y no únicamente con fines de inmigración.
El proceso:
Una vez que haya determinado su elegibilidad, normalmente deberá presentar una petición ante los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los EE. UU. (USCIS). Después de la aprobación, los siguientes pasos pueden incluir asistir a una entrevista, someterse a exámenes médicos y completar diversos formularios y trámites.
Tenga en cuenta que el proceso puede ser largo y, a menudo, tardar varios años, según su categoría y país de origen. Consulte a un abogado de inmigración o utilice los recursos de USCIS para navegar por los complejos procedimientos y requisitos.